Hormigas en el ecosistema

Las hormigas son insectos que son conocidos por su vida cooperativa y laboriosidad. Existen alrededor de 10.000 especies conocidas que están distribuidas por casi todo el planeta. Viven en hormigueros construidos bajo tierra, en los árboles o en las grietas de construcciones humanas. Pero, ¿cuáles son las funciones de las hormigas en el ecosistema?

Algunas especies de hormigas mantienen una relación mutualista en la que ambos organismos consiguen beneficios de dicha relación. Destacaremos la relación entre pulgones y hormigas. Los pulgones se alimentan de la savia de las plantas y obtienen gran cantidad de nitrógeno y fosforo, excretándolo en forma de sustancia viscosa con abundantes carbohidratos. Esta sustancia sirve de alimento a las hormigas. Por su parte, las hormigas protegen a los pulgones de los depredadores como las mariquitas.

Además, algunas especies de hormigas (granívoras) transportan semillas. Por lo tanto, ayudan a las plantas a dispersar sus semillas. Éstas normalmente acaban en algún rincón del hormiguero, donde germinan, pero también pueden quedarse por el camino tras un ataque de un depredador. Esto es importante en el caso de algunas especies que impiden el crecimiento de plantas a su alrededor, por lo que necesitan alejarse unas de otras. Aunque esta dispersión puedan hacerla otros organismos, hay plantas que segregan una sustancia (donde están las semillas) para atraer a las hormigas y que éstas la lleven al hormiguero. Además, las semillas transportadas, están mejor protegidas de los animales que se alimentan de ellas. La dispersión es vital para la supervivencia de especies de plantas que viven en hábitats difíciles o competitivos.

Aunque no son tan buenas como las abejas, también son capaces de polinizar. Las hormigas son tan abundantes y visitan varias veces las flores que acaban polinizándolas, permitiendo la fecundación de las plantas.

Al construir sus nidos y galerías bajo el suelo, contribuyen en la mejora de la calidad del suelo: al remover las partículas de tierra redistribuyen los nutrientes, mejoran la circulación del agua y el aire en el suelo. Beneficiando, de esta manera, el crecimiento de las plantas.

Además, hay hormigas que depredan otros organismos, normalmente invertebrados e incluso carroña. Y son fuente de alimento de grupos de animales como artrópodos, anfibios, aves, etc.