VACUNA PARA ABEJAS

Que las abejas están desapareciendo ya es algo conocido por todos. Esa desaparición está relacionada con la actividad humana, la agricultura intensiva y el uso de plaguicidas. Pero también está relacionada con ataques de virus, agentes patógenos y especies invasoras (alguna especie de ácaro, la avispa asiática, etc.). Los cambios ambientales también afectan negativamente a las abejas. Sea como sea, la desaparición de las abejas es un tema preocupante, ya que puede llevar a impedir o a reducir la reproducción de muchas especies de plantas, lo que puede resultar en la pérdida de la biodiversidad y en un desequilibrio de los ecosistemas.

La loque americana es una enfermedad que afecta a la abeja europea (Apis mellifera). Producida por una bacteria que forma esporas (Paenibacillus larvae), se propaga con la alimentación que las abejas adultas proporcionan a las larvas jóvenes. Además, esta bacteria es muy resistente a la sequía, productos químicos y a temperaturas elevadas. Es una enfermedad muy virulenta y contagiosa, y, pudiendo permanecer activas más de 30 años, sus esporas están presentes en más de la mitad de las colmenas. Por ello, para hacer frente a esta enfermedad que afecta a uno de los insectos más importantes para el medio ambiente, Estados Unidos aprueba una vacuna para prevenir la enfermedad. Esta vacuna se suministra de forma oral, mezclada con la sustancia segregada por las glándulas de abejas jóvenes llamada jalea real y que sirve de alimento a la abeja reina. Esta la ingiere y partes de la vacuna acaban en sus ovarios, con lo cual las larvas en desarrollo quedarán inmunizadas ante la enfermedad.