Actualmente, vivimos en un sistema de consumo basado en la compra compulsiva, muchas veces innecesaria y sin obedecer a las necesidades reales. El consumismo convierte a las personas en máquinas de comprar, muchas veces por capricho y no por necesidad. La culminación de este derroche llegó hace unos años con la celebración del Black Friday y el Cyber Monday. Sin embargo, estas dos fechas tienen un impacto grave en el medioambiente.

• Consumo excesivo: la compra excesiva e innecesaria (muchas veces) conlleva a una gran cantidad de desperdicio y un aumento de la demanda de productos que necesitan recursos naturales para su producción.
• Producción excesiva: las empresas, para satisfacer la demanda en estas fechas, necesitan aumentar a menudo su producción de bienes. Lo cual conlleva a un mayor agotamiento de recursos naturales y un aumento de la huella de carbono, debido a la fabricación y posterior transporte de productos.
• Embalaje y residuos: el embalaje de los productos suele ser de un solo uso y termina en vertederos o en el medioambiente, contribuyendo a la contaminación ambiental.
• Consumo de energía: durante estas fechas, hay un aumento de las compras en línea. Esto implica un mayor consumo de energía para operar centros de datos y cumplir con la logística de entrega. Esto conlleva un aumento de las emisiones de carbono.
• Transporte: tanto para ir a las tiendas físicas como para entregar los productos comprados en línea, se genera un aumento de la circulación de los vehículos. Es por ello que se crea una mayor congestión del tráfico y un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.