EL SABOR DE LA CERVEZA, EN PELIGRO POR EL CAMBIO CLIMÁTICO

El cambio climático ya es una realidad. Sus efectos están empezando a verse en el planeta: un aumento de las temperaturas globales, una mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos desfavorables, la escasez de lluvias y un largo etcétera. Pero, además, también ha afectado al cultivo de lúpulo, según un reciente estudio.

Dicho estudio señala que habrá una pérdida (del 4-18%) en el rendimiento de los cultivos de lúpulo para 2050. Asimismo, también calcula que se reducirán (20-31%) los ácidos del lúpulo. Estos ácidos son fundamentales para el sabor amargo de la cerveza.

Los expertos consideran que, para seguir produciendo cerveza con su sabor amargo, las prácticas tradicionales para cultivar el lúpulo deben adaptarse para mitigar los efectos negativos del cambio climático y conseguir mantener el sabor.