Colillas en el medio ambiente
Por todos es sabido el impacto ambiental que tiene tanto la fabricación como el humo de los cigarros. Pero, ¿qué pasa con las colillas?
Las colillas de cigarros son el residuo más generado en el mundo y representan un problema ambiental y humano. De entre los residuos recogidos en zonas urbanas y costeras, el 40% son colillas de cigarros. De hecho, en España, el 15% de los cigarros consumidos al año se arrojan a las playas. Y, a nivel mundial, dos tercios acaban en océanos. La cantidad de colillas supera con creces la cantidad de residuos de plástico (bolsas , tapones, botellas y envoltorios).
Son muchas las sustancias toxicas que hay en el tabaco, algunas de ellas potencialmente cancerígenas para el ser humano, pero también han sido encontradas las siguientes: pesticidas, nicotina, varios metales (Al, Ba, Cd, Cr, Cu, Fe, Mn, Ni, Pb, Sr, Ti, Zn), alquitrán, etc. También tienen acetosa de celulosa (en esencia plástico), que resulta perjudicial para el medio ambiente ya que los filtros tardan en descomponerse y, cuando lo hacen, liberan las sustancias contaminantes que han absorbido del humo.
Por su parte, las colillas permanecen en la naturaleza 12 años, durante este tiempo que tardan en desintegrarse impregnan nuestros ecosistemas. Además, generalmente, son tiradas al suelo. Pero cuando llueve, el agua las arrastra a las alcantarillas y acaban en ríos, lagos y mares. Por lo que tirar al suelo es tirar al mar. Pero además de contaminar las aguas, las colillas son ingeridas por peces y otros animales. Por lo tanto, además del daño a los ecosistemas oceánicos y a los peces, no está de más destacar que el ser humano, después, puede llegar a ingerir esos peces.
DATO: una sola colilla es capaz de contaminar hasta 1000 litros de agua.