El cambio climático provocará una alteración en el funcionamiento de los ecosistemas. Algunas especies invasoras podrían desaparecer debido a los efectos del cambio climático, mientras que otras podrán sobrevivir y aumentar su área de distribución en zonas que antes no podían debido al clima.

Además, las invasiones biológicas junto con el cambio climático pueden conllevar la inmigración de otras especies no deseadas, como los patógenos, o la introducción de nuevas enfermedades.

En Euskadi se han registrado unas 135 especies invasoras, como Anguilicola crassus, un nematodo de pequeño tamaño que vive en el interior de la anguila japonesa. Algunos crustáceos también pueden infectarse por la consumición de las larvas del nematodo. Esta especie ha llegado hasta nuestro territorio a través de la importación de anguilas infectadas, o mediante el agua de lastre de barcos que contenían crustáceos infectados. Aunque no se han descrito efectos sobre la salud humana, Anguicola crassus puede contribuir al declive de la anguila del Atlántico Norte, ocasionando pérdidas económicas importantes.