Investigadores de la Universitat Politècnica de Cataluña desarrollan un proceso para convertir ropa usada en material de construcción
Cada año se desechan entre 35 y 95 millones de toneladas de residuos textiles. A esta cantidad ingente de residuos, se le añade la difícil tarea de separar los tipos de fibras y otros elementos como cremalleras y botones.
Una gran parte de estos residuos de la industria textil terminan incinerados o en vertederos, lo cual tiene un gran impacto ecológico. La creciente preocupación por el medioambiente ha provocado que algunos sectores comiencen a desarrollar alternativas más sostenibles.
El sector de la construcción es uno de los sectores más contaminantes, ya que es responsable del 35% de las emisiones de CO2, el 40% del consumo de energía y el 45% de los residuos sólidos de la Unión Europea. Una de las medidas para reducir los impactos medioambientales es reducir los impactos de los materiales de construcción, como por ejemplo haciendo uso de materiales más sostenibles o reduciendo la energía de los procesos productivos.
Otra de las industrias claves para mejorar la sostenibilidad global es la textil. Por ello, un grupo de investigación de la Universitat Politècnica de Cataluña ha desarrollado un método para reciclar los residuos textiles y transformarlos en material de construcción, junto con otros materiales como aglomerantes y cargas minerales.
El resultado es un material ligero y resistente a la flexión, y resulta óptimo para utilizar como pavimento flotante, tabiquería seca o para el revestimiento de fachadas, entre otros.