Un estudio del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona sugiere que el calentamiento global está acelerando el ciclo del agua debido al aumento de la evaporación del agua de mares y océanos como consecuencia del aumento de la temperatura.

Este aumento de agua en la atmósfera podría explicar el incremento de lluvias que se está detectando en algunas zonas polares. Sin embargo, las precipitaciones en forma de lluvia en lugar de nieve aumentan el deshielo que están sufriendo estas zonas.

Además, el cambio climático está alterando la salinidad superficial de los océanos y mares: la disminución del viento en algunas zonas del océano hace que el agua de las capas superficiales no se mezcle con las capas de abajo, haciendo así que la superficie se vuelva más salina que estas.