Hoy se celebra el Día Mundial contra el Cambio Climático con el objetivo de alertar a la población de los efectos nocivos del cambio climático en el planeta.

El cambio climático es la variación global del clima y la temperatura del planeta, generada a largo plazo por causas naturales. Sin embargo, desde el siglo XIX, la contaminación provocada por la actividad humana ha acelerado este proceso. La quema de combustibles fósiles ha sido el mayor responsable debido a la emisión de grandes cantidades de gases de efecto invernadero, que provocan un incremento en la temperatura, ya que retienen el calor del sol. El sector del transporte, la industria, la agricultura y la ganadería son los mayores emisores de estos gases.

Como consecuencia, se produce un deshielo en los polos, aumenta el nivel del mar, y un incremento de eventos climáticos extremos (sequías, incendios, inundaciones…).

En la actualidad nos encontramos ante una emergencia climática, donde es necesaria la contribución de toda la población y de todos los países para contrarrestar los efectos nocivos del cambio climático, y evitar así una catástrofe mayor. Para ello, se redactaron algunos instrumentos jurídicos importantes, como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (1992), el Protocolo de Kyoto (1995) y el Acuerdo de París (2015). Paralelamente, en 1988 se creó el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Esta entidad elabora informes sobre los efectos potenciales del cambio climático, así como directrices a seguir.

Entre todos, podemos ayudar a disminuir los efectos del cambio climático mediante pequeños gestos, como utilizar energía renovable, usar material reciclado o materiales biodegradables, o reducir el uso de plástico, entre otros.