Sabemos que para la alimentación y la economía global es imprescindible la agricultura. Pero el impacto que ésta crea en el medioambiente ha supuesto preocupaciones en la ciudadanía. Dicho impacto lo ha creado la agricultura convencional, que ha supuesto degradación de los suelos, contaminación del agua y pérdida de biodiversidad.

En el Día Mundial de la Agricultura que se celebra mañana, 9 de septiembre, se pretende crear conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad en el ámbito de la agricultura, creando prácticas agrícolas respetuosas con el medioambiente: la agricultura ecológica. Es un sistema de cultivo que se encuentra en auge desde los últimos años, más sostenible que la agricultura convencional. Sin embargo, la agricultura tradicional sigue siendo dominante. La agricultura ecológica ayuda a minimizar el impacto ambiental y aumenta la productividad y la resiliencia de los sistemas agrícolas a largo plazo.

Mientras que en la agricultura convencional se hace un uso excesivo de productos químicos (herbicidas, fungicidas o insecticidas), se emplean fertilizantes con nitratos, se consume excesiva agua y se desaprovechan los residuos vegetales, en este nuevo tipo de agricultura que respeta el medioambiente, se emplean los siguientes principios:

• Consumo responsable de agua.
• Fertilización orgánica, empleo de abonos naturales (humus de lombriz, compost, estiércol). El uso de estos fertilizantes ayuda a mejorar la fertilidad del suelo y, además, se evita la acumulación de químicos en el suelo y aguas subterráneas.
• Control natural de plagas. No se depende de los productos químicos para evitar las plagas y enfermedades. En su lugar se emplean métodos biológicos para controlar plagas y enfermedades.
• Búsqueda de la biodiversidad. Se contribuye a un aumento de la biodiversidad de las ciudades, ya que se crea un hábitat perfecto para muchas especies como insectos y aves.