Con motivo del Día mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2, creemos importante echar la vista atrás para recordar la 29ª Conferencia de las Partes (COP29) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que se celebró en Bakú, Azerbaiyán, del 11 al 22 de noviembre de 2024. A pesar de que hoy es el día reconocido para ello, debemos recalcar que los esfuerzos en la lucha contra el cambio climático son diarios, y engloban tanto las políticas mundiales como las acciones locales orientadas a ello.

Este evento reunió a representantes de 197 países para abordar desafíos críticos relacionados con el cambio climático y establecer compromisos para mitigar sus efectos. Hagamos una síntesis de los hitos más relevantes para situarnos en el contexto político y climático actual:

Contexto y Desafíos Globales

La COP29 se desarrolló en un contexto global complejo, marcado por conflictos en diversas regiones y una economía mundial en desaceleración. Estos factores influyeron en las negociaciones y en la capacidad de los países para comprometerse con objetivos climáticos más ambiciosos.

Objetivos Principales de la COP29

Nuevo Objetivo Colectivo de Financiación Climática (NCQG): Uno de los temas centrales fue la definición de un nuevo objetivo de financiación climática que reemplazara el compromiso anterior de 100.000 millones de dólares anuales. Los países en desarrollo propusieron una meta de al menos 1 billón de dólares anuales, mientras que las naciones desarrolladas mostraron reticencias, resultando en un compromiso de 300.000 millones de dólares anuales para 2035.

Transición Energética y Reducción de Combustibles Fósiles: Se discutió la necesidad de acelerar la transición hacia fuentes de energía renovable y reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Sin embargo, no se alcanzó un consenso sobre medidas específicas para disminuir el consumo de estos combustibles.

Justicia Climática y Apoyo a Países Vulnerables: Se enfatizó la importancia de apoyar a las naciones más afectadas por el cambio climático, especialmente aquellas con menos recursos para adaptarse a sus impactos. La «Baku Call on Climate Action for Peace, Relief, and Recovery» fue una iniciativa destacada en este ámbito, buscando fomentar soluciones colaborativas y aumentar el apoyo a las comunidades vulnerables.

Reacciones y Evaluaciones

La COP29 recibió críticas por parte de algunos países y organizaciones no gubernamentales que consideraron insuficientes los compromisos financieros y la falta de acuerdos concretos para reducir el uso de combustibles fósiles. Por ejemplo, representantes africanos expresaron que la meta de 250.000 millones de dólares anuales propuesta inicialmente era inaceptable y no satisfacía las necesidades de adaptación identificadas.

Implicaciones para España y Adaptación en Bilbao

España, como miembro de la Unión Europea, está comprometida con los acuerdos alcanzados en la COP29. A nivel nacional, esto implica revisar y posiblemente aumentar las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs) para alinearse con los nuevos objetivos de financiación y reducción de emisiones.

En el contexto autonómico, Euskadi ha demostrado liderazgo en políticas medioambientales. La región deberá continuar implementando y fortaleciendo estrategias como el Plan Vasco de Transición Energética y Cambio Climático, enfocándose en la promoción de energías renovables, eficiencia energética y movilidad sostenible.

Para Bilbao, es esencial adaptar sus políticas municipales para cumplir con los compromisos internacionales. Esto incluye fomentar la movilidad eléctrica, mejorar la eficiencia energética en edificios, aumentar las áreas verdes urbanas y desarrollar infraestructuras resilientes al cambio climático. La colaboración entre el gobierno local, empresas y ciudadanía será clave para alcanzar estos objetivos.

Conclusión

La COP29 en Bakú representó un paso significativo en la lucha global contra el cambio climático, aunque los resultados reflejan la complejidad de alcanzar consensos en un escenario internacional diverso. Para España, Euskadi y Bilbao, los acuerdos implican una oportunidad y responsabilidad para liderar con el ejemplo en la implementación de políticas climáticas ambiciosas y efectivas.