PISCIFACTORÍAS DE PULPOS, ¿SÍ O NO?

Los pulpos son considerados como uno de los animales marinos más inteligentes que existen, y cada vez son más apreciados como producto culinario, por lo que, en los últimos años ha tenido un aumento de la demanda. Estos cefalópodos están desapareciendo rápidamente, ya que son pescados en cantidades que impiden su reproducción, con lo que en un futuro acabarán extinguiéndose. El hecho de que cada vez se pesquen más, supone un riesgo para las poblaciones salvajes y, es por ello que estos últimos años han aumentado los esfuerzos de criarlos en cautividad, en “granjas de pulpos”. Pero, ¿sabes que estas granjas tendrán un impacto negativo tanto en el medio ambiente como en los ecosistemas locales?

Los pulpos son animales depredadores, carnívoros. Para alimentarlos en estas “granjas” se utilizarán caballas y cangrejos de mar, animales cuyas poblaciones ya están amenazadas por el ser humano. Pero también se les alimentará con anchoas y sardinas, utilizadas también en la cría de salmones, por lo que también están amenazadas. Cada día, los pulpos, consumen el equivalente a tres veces su peso. Por lo que la pesca de las especies mencionadas anteriormente para su alimentación, es insostenible.

Asimismo, hay que tener en cuenta que son animales que sienten, son inteligentes, creativos y solitarios (solo se juntan con otros individuos en época de reproducción). Por lo que sufrirán con la superpoblación y las altas densidades de cría. Esto podría generar malestar y derivar en agresividad y territorialidad, pudiendo llegar incluso a casos de canibalismo.

Por otro lado, los impactos ambientales de la acuicultura, en general, son varios:

  • Contaminación por nitrógeno y fosforo liberados por las heces y la descomposición de alimentos
  • Contaminación por fertilizantes, alguicidas y desinfectantes
  • Uso excesivo de antibióticos
  • Entrecruzamiento y transmisión de enfermedades entre individuos escapados de las jaulas e individuos salvajes
  • Perdidas e impactos en el hábitat donde se colocan las jaulas o bien zonas de corrientes próximas a estas

La cría de pulpos se suma a la destrucción de ecosistemas marinos. Cuando se extraen demasiados peces del océano, se crea un desequilibrio que puede erosionar la red alimentaria y provocar la pérdida de otra vida marina importante, incluidas especies vulnerables (tortugas marinas, corales, etc.). Además, la pesca para la alimentación del pulpo puede causar más contaminación. Los sedimentos del lecho marino actúan como enormes sumideros de carbono, por lo que, con el arrastre de las redes pesadas utilizadas para la pesca de alimento, se revuelve y da como resultado la liberación de CO2.