RESPUESTA CORTA
La huella ecológica nos informa sobre la cantidad de recursos naturales disponibles y de la cantidad que utilizamos en nuestras actividades.
Para conocer los impactos que tienen nuestras actividades en el medio ambiente, aconsejamos lo siguiente:
RESPUESTA LARGA
La huella ecológica mide la demanda de recursos naturales de una persona o grupo de personas, es decir, nos informa de la cantidad de recursos naturales disponibles y de la cantidad que utilizamos en nuestras actividades.
Hoy en día, los recursos con los que contamos no son suficientes para proporcionar los recursos que utilizamos y absorber nuestros residuos lo que queda de siglo, es algo insostenible. Además, nuestros impactos sobre el medio ambiente dejan a su paso una profunda marca que determinará cómo será el entorno en el que vivirán las próximas generaciones.
Reducir significativamente nuestra huella ecológica es la mejor herencia que podemos dejar a las generaciones venideras. De esta forma, aseguraremos la preservación no sólo de la especie humana, sino también de todas las otras especies animales y vegetales con las que compartimos nuestro planeta. Está en nuestras manos reparar el daño y proteger a todos lo seres vivos de los impactos de nuestro desarrollo.
¿Crees que tu estilo de vida es sostenible? ¿Hay aspectos que puedes mejorar?
Entérate de qué puedes mejorar para que con tu ayuda transitemos hacia la sostenibilidad y logremos alcanzar con éxito los Objetivos de Desarrollo Sostenible a 2030.
¿Crees que tu estilo de vida es sostenible? ¿Hay aspectos que puedes mejorar?
Además de hacer uso de las alternativas que ya te hemos planteado hasta el momento y que contribuyen de forma notable a reducir tu huella ecológica, si tienes relación con la industria, el comercio o la distribución de alimentos, puedes colaborar con el Banco de Alimentos de Bizkaia donando tus excedentes en lugar de arrojarlos a la basura. Esto ayudará a muchas personas en situación vulnerable y no se desperdiciará comida.
También puedes optar por colaborar con asociaciones como Cáritas, Emaús, o Koopera para dar una segunda oportunidad a objetos que ya no uses, así como buscar ideas para reutilizar tus bienes, reciclar tus residuos o recuperar objetos que ya cumplieron su función.
La OMIC, Oficina Municipal De Información Al Consumidor, ofrece cursos de formación sobre consumo responsable y sostenible en el Programa educativo de consumo responsable.
Además, en tu compra diaria o semanal, puedes optar por los mercados de cercanía. Así, ayudamos al medio ambiente y a la economía local.
La siguiente infografía de Global Footprint Network brinda una visión global de la huella ecológica que estamos dejando en el mundo. Échale un vistazo y descubre los impactos de nuestras actividades en el medio ambiente.
Por si no sabes cómo empezar a reducir tu impacto en el medio ambiente, te compartimos algunos consejos con lo que contribuirás al cumplimiento de la Estrategia Medioambiental Bilbao:
¿Qué te parece si empezamos a tratar un poco mejor a nuestro hogar común?
Reduce tu consumo de recursos y opta en tu día a día por desplazarte de forma sostenible. Utiliza los medios de transporte sostenible que brinda la ciudad.
Intenta hacer una compra verde. Muchos de los productos que existen ya en el mercado (desde coches, a papel o equipos informáticos) tienen menos impacto en el entorno. ¿Sabes lo que son las ecoetiquetas?
Compra en mercados de la zona para reducir los impactos que genera el transporte de los productos y compra productos que no tengan envases
Organiza mejor tu despensa y tus compras de productos perecederos. Así reducirás el desperdicio de alimentos. Es importante manejar un inventario en el que lo primero que se compre sea lo primero que se gaste.
Recuerda que puedes hacer tu propio huerto urbano o hacer parte de una huerta ecológica municipal. Esto te dará vegetales orgánicos y de buena calidad y ayudará a limpiar el aire de la ciudad.
Aprende a conservar los alimentos correctamente. En la actualidad dispones de imaginativas soluciones reutilizables que hacen esta labor más sencilla.
Minimiza la compra de productos con embalaje excesivo, así evitaremos residuos.
Ahorra agua y energía cerrando grifos, mediante la implantación de perlizadores, tomando duchas cortas, apagando las luces cuando no sean necesarias y aislando tu hogar, entre otras prácticas que te contamos anteriormente.
Plantéate comprar ropa de segunda mano o darles un segundo uso a tus textiles.
Si puedes, opta por productos de comercio justo que propician proyectos sostenibles en países en desarrollo. De esta forma, devolvemos un poco a quienes más lo necesitan.
Seguro que tienes ideas o consejos útiles para poner en práctica.
¡envianoslos y ayudanos a mejorar!