RESPUESTA CORTA
Para reducir nuestro impacto en el entorno, también debemos hacer un uso eficiente de la energía. Hay muchas formas en las que la ciudanía puede ayudar a mitigar los efectos adversos que trae consigo la generación de energía no renovable y el despilfarro de esta como consecuencia del consumo excesivo o innecesario. A continuación, te damos algunas ideas:
RESPUESTA LARGA
Bilbao se encuentra en una posición privilegiada con respecto a muchas otras ciudades del mundo, pero esto también hace que, como ciudadanos de una ciudad desarrollada e innovadora, consumamos bienes o servicios en mayor cantidad. Estos bienes o servicios requieren mucha energía para su producción, la cual, en su mayoría, se genera a partir de combustibles fósiles que generan daños (en ocasiones, irreparables) al medio ambiente.
Una de las premisas fundamentales para minimizar los efectos del cambio climático es reducir la cantidad de CO2 que se emite a la atmósfera. Para alcanzar este objetivo, resulta imprescindible que las energías renovables adquieran un mayor protagonismo (en el caso de Euskadi, se espera que para el 2030 las renovables representen el 32 % del consumo final y que el ahorro energético sea del 25 % en el periodo 2016-2030 según EVE).
Las cooperativas de consumo eléctrico son una buena alternativa a las compañías eléctricas tradicionales. La mayoría funcionan como cooperativas y son comercializadoras que garantizan que la fuente de energía sea 100 % renovable.
Además, el incremento del protagonismo de las energías renovables en la generación de energía apoyará a la consecución del ODS 7 (energía asequible y no contaminante) y el ODS 11 (ciudades y comunidades sostenibles).
El Ayuntamiento de Bilbao pone a tu disposición la sociedad municipal SURBISA, organismo encargado de incentivar la rehabilitación de edificios, viviendas y locales de la ciudad. De esta forma, tu hogar y tu comunidad serán más sostenibles energéticamente.
Además, en la web del Ente Vasco de la Energía (EVE) tienes a tu disposición interesantes consejos para ahorrar energía en tu día a día.
Así mismo, desde la web del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) también puedes acceder a una serie de cursos digitales gratuitos para ciudadanos de entre 1 y 6 horas, que te permitirán ampliar tus conocimientos en relación con el ahorro energético y llevarlo a la práctica para ayudar a reducir tu impacto en el entorno.
Para que te animes a reducir tu consumo energético te presentamos algunos consejos en base al modelo de transporte sostenible que se enmarca en el reto de la Estrategia Medioambiental Bilbao Neutra en Carbono.
Sustituye las bombillas incandescentes o halógenas por LED, ahorrarás energía y dinero.
Apaga las luces de las habitaciones que no estés usando o, si se te olvida, instala sensores de movimiento para un encendido y apagado automático.
No uses agua demasiado caliente. Ajusta el calentador a 30-35 °C para ahorrar energía mientras te duchas.
Baja las persianas durante los días de calor para que entre menos radiación solar y se caliente menos tu casa, y en los días de frio para mantener el calor dentro de tu hogar. Además, ventila tu casa en verano durante las horas frescas de la noche y mañana, y en invierno durante las horas más cálidas del medio día.
Será mejor un ventilador que el aire acondicionado (AC), por el menor consumo energético de los primeros respecto al AC.
Mejora el aislamiento. Sustituye las ventanas antiguas de un solo vidrio por otras de doble acristalamiento. Con estas ventanas diseñadas especialmente para aislar tu hogar, se pierde entre un 50 % y un 70 % menos de calor o aire fresco.
Comprueba que el horno cierre correctamente. Además, si tienes pensado cambiar de horno, elige un modelo de categoría A, gracias al cual podrías ahorrar unos 200 € a lo largo de su vida útil.
No laves los platos a mano si tienes lavavajillas. Los lavavajillas modernos utilizan menos agua y energía (y la mayoría tienen un programa «ECO»); eso sí, espera a que esté lleno para ponerlo en marcha.
Llena completamente la lavadora (respetando el límite permitido), y lava a una temperatura baja. Evita usar la secadora en la medida de lo posible.
Fíjate en las etiquetas de clasificación energética de los electrodomésticos y adquiere aquellos aparatos que muestren una mayor eficiencia (A+, A++ y A+++).
Seguro que tienes ideas o consejos útiles para poner en práctica.
¡envianoslos y ayudanos a mejorar!