Las mariposas diurnas: bellos indicadores de la calidad ambiental de nuestro entorno
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Desde mediados de los años setenta se vienen recogiendo datos sobre el estado de las poblaciones de mariposas diurnas (Ropalóceros), primero en el Reino Unido -se comenzó en 1976- y poco a poco en otros países europeos.
Miles de aficionados y profesionales han intervenido en el acopio de datos sobre la abundancia de mariposas. Los trabajos de este gran colectivo son coordinados por la organización Butterfly Conservation Europe (BCE), en la que el Estado español participa gracias a un programa que se inició en Cataluña en 1994. En la actualidad, estos programas contribuyen con sus datos al European Grassland Butterfly Indicator que tiene en cuenta especies propias de hábitats de praderas, pastizales y campiñas desarboladas y que representan bellos indicadores de la calidad ambiental del entorno. Estos datos publicados por la Agencia Europea del Medio Ambiente, nos orientan sobre la situación y las tendencias de las poblaciones de mariposas a lo largo del tiempo.
Todo comienza contando mariposas. ¿Qué puede resultar más agradable que salir con tiempo soleado y agradable a observar mariposas? Es algo parecido a un placentero paseo, pues cada transecto (1.5-2 km) viene a cubrirse en alrededor de una hora. Deben identificarse y contarse todas las mariposas que se detecten a 2’5 metros a izquierda y derecha del observador, así como a 5 metros por delante y a otros 5 por encima. En otras palabras, el espacio que cabría en un cubo imaginario de cinco metros de lado. Los recuentos tienen lugar desde marzo-abril hasta septiembre, según el clima de cada región.
En 2008 el entonces Departamento de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio del Gobierno Vasco impulsó un estudio piloto con el fin de diseñar protocolos viables para el seguimiento de mariposas diurnas en Euskadi. El proyecto nació con la finalidad de obtener uno o varios índices explicativos sobre la evolución de la biodiversidad, usando para ello los cambios interanuales de las poblaciones de mariposas.
A la vista de los resultados del estudio piloto, en 2009 se decidió comenzar formalmente el programa. Se fijaron definitivamente los protocolos en cuanto a metodología, diseño y periodicidad de los transectos de muestreo, codificación de datos en fichas y tipos de análisis a realizar. A este respecto, se orientó el programa hacia especies “comunes” y habitantes de “prados o ambientes desarbolados”. El programa ha venido funcionando desde entonces liderado por la Dirección de Patrimonio Natural y Cambio Climático del Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda del Gobierno Vasco, con la colaboración técnica de Hazi Fundazioa y el soporte de entidades especializadas, como la Asociación Zerynthia y la Sociedad Aranzadi. El concurso de estas últimas ha sido fundamental, ya que validan y otorgan la credibilidad científica requerida en las iniciativas de ciencia ciudadana.
El aumento del número de participantes refleja la consolidación paulatina del programa. Tras siete años de funcionamiento, el número de transectos muestreados se ha incrementado de 6 en 2009 a 27 en 2018. El progreso del programa se ha beneficiado de diversas circunstancias. En primer lugar, no se requiere ser experto en identificación de mariposas para participar, si bien es necesario un cierto nivel de capacitación. Para alcanzarlo, todos los años el programa organiza un taller abierto a la participación de naturalistas interesados. En segundo lugar, gracias a su colorido y vistosidad, las mariposas suelen gozar de las simpatías del público, lo que nuevamente facilita la participación social y la aplicación del concepto ciencia ciudadana, estimulando la colaboración en la recolección de datos de campo que puedan ser posteriormente objeto de análisis científico-técnico.
Este programa de seguimiento de mariposas es el segundo con mayor número de participantes en el Estado español, tras Cataluña. En 2018, el programa recogió datos de 12 transectos en Álava, 10 en Bizkaia y 5 en Gipuzkoa, y se obtuvieron 15.409 registros de 125 especies, que corresponden al 80% de la riqueza específica de ropalóceros conocidas en el País Vasco.
Los índices y modelos confeccionados a partir de los datos, para el periodo 2010-2018, sugieren una tendencia positiva para las poblaciones de mariposas ligadas a ambientes forestales, y una mayor estabilidad relativa para las poblaciones de pastizales y para las especies generalistas. En el conjunto de Europa, durante los años 1990-2010 se anotó un empeoramiento muy notable de la biodiversidad de mariposas ligadas a prados y pastos, que al parecer se ha mitigado en la última década.
En 2018, en el programa del País Vasco siete especies han superado los 500 ejemplares contabilizados, de forma que serían las más abundantes en los tipos de hábitats muestreados: Maniola jurtina, Pyronia tithonus, Colias croceus, Melanargia galathea, Pararge aegeria, Pieris rapae y Pieris brassicae. Dadas las restricciones estadísticas que se aplican para garantizar la fiabilidad de los análisis, sólo se obtienen tendencias para algunas de las especies con registros. Así, hay poblaciones que durante el periodo de estudio han mostrado aumento, como las forestales Argynnis paphia y Pararge aegeria, estabilidad, como Maniola jurtina y Melanargia galathea, y declives, como Pyronia tithonus.
El programa de seguimiento de mariposas diurnas de la CAPV es un instrumento relevante para apoyar el cumplimiento de las obligaciones de vigilancia derivadas de la Directiva 92/43/CEE. Diecinueve transectos se sitúan dentro de doce lugares Natura 2000. En 2018, la mayor riqueza de especies (112 taxones) y la mayor diversidad (4,79 bits/individuo) se han detectado en dos espacios naturales protegidos de Álava, Izki y Valderejo. En cuanto a especies de interés comunitario, las cuatro presentes en la CAPV (Euphydryas aurinia, Parnassius apollo, Lopinga achine y Phengaris arion) se detectan en los transectos del programa, aunque por ahora sólo se ha podido analizar la tendencia de Euphydryas aurinia, que muestra un fuerte descenso. Además, desde 2015 los datos se incorporan al indicador europeo de biodiversidad, promovido por la Agencia Europea del Medio Ambiente, lo que les otorga mayor valor añadido ya que contribuyen a monitorizar el estado del medio natural en la UE.
Nota. Para escribir este artículo debo agradecer las informaciones que me han proporcionado desde el equipo técnico de Hazi Fundazioa; el Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda del Gobierno vasco; y la Asociación Zerynthia.